viernes, 30 de octubre de 2015

El Guerrillero de Catral (Alicante) que supo frenar a Napoleón



La feroz y constante resistencia del pueblo español ante el invasor francés tras la firma del Tratado de Fontainebleau (1807) fue más que notoria. Asimismo, hasta la organización de une"ejército patriota" las clases populares y los "restos" de la administración anterior tomaron la iniciativa en la organización de la lucha española durante los primeros pasos de la Guerra de la Independencia (1808-1814).

En este sentido, traigo a este Blog la figura característica de un "paisano" nuestro, vecino de la localidad del sur de Alicante, de Catral, en la Huerta del Segura.

Se trata de Don Juan de Dios Casains de Valera (Catral, 1776-1812) había ocupado diferentes papeles de relevancia en la política local. Abogado de los Reales Concejos, Alcalde primero ordinario de Catral en los años 1803 y 1808.
Os dejo a continuación el artículo "El Guerrillero de Catral que supo frenar a Napoleón" publicado el 2 de febrero de 2015 en el blog La Millor Terra del Mon

Don Juan de Dios Casains (cuyo apellido puede derivar en Casaús, Casañs, Casañys, Casaiñs) de Valera (Catral, 1776-1812) había ocupado diferentes papeles de relevancia en la política local. Abogado de los Reales Concejos, Alcalde primero ordinario de Catral en los años 1803 y 1808 y Juez de Aguas del Ayuntamiento de Catral en varias ocasiones, era un vecino reconocido y respetado en esta localidad alicantina. Sin embargo, su trayectoria política queda empequeñecida por el relevante papel que jugó en la defensa de nuestra tierra en un momento crucial de nuestra historia.
Corría mayo de 1808 y toda España se agitaba por la ocupación de las tropas napoleónicas y el inicio de la Guerra de Independencia. El pueblo español, movida por razones religiosas e incluso xenófobas, obliga a reaccionar a las indolentes autoridades contra Napoleón y sus huestes. Sin embargo, no termina de explotar una corriente verdaderamente revolucionaria entre unos ciudadanos asustados, desarmados y abandonados a su suerte por una clase política cobarde y más preocupada por sus propios intereses que por el futuro del pueblo.








Poco a poco, arranca un movimiento de carácter ciudadano dispuesto a plantar cara a los invasores. En nuestra provincia este movimiento tiene su detonante el 24 de mayo de1808, cuando un grupo de vecinos de Orihuela, animados por la proclamación popular en Cartagena y Murcia a favor de Fernando VII, forzó al Ayuntamiento a sumarse a la guerra contra los franceses, levantamiento que se extendió paulatinamente al resto de la provincia.
La noticia llegó a Catral al día siguiente y la respuesta del pueblo fue inmediata: el 26 de mayo la corporación municipal celebra una Junta extraordinaria presidida por su Alcalde, Juan de Dios Casains. En dicha Junta se reconoce a Fernando VII como Rey, ante los clamores y entusiasmo de todo el pueblo de Catral, congregado en la Plaza.
En junio, el pueblo se moviliza, formándose una Junta de Gobierno compuesta por distintas personalidades locales, que se encarga del control social y la organización del enfrentamiento armado. Para ello, se crea una Lista de vecinos Honrados para la defensa de la villa y se hace acopio de las armas disponibles – en su mayoría, cuchillos o palas más alguna ocasional espada, bayoneta, pistola y alguna escopeta – con las que hacer frente a las organizadas tropas francesas.
El 26 de abril de 1810, las tropas francesas procedentes de Murcia, sabedoras de la importancia estratégica de Orihuela por su transcendencia política y organizativa en el eje Alicante-Murcia, toman sin dificultad esta población, que se encuentra abandonada a su suerte por el ejército español.
Sin embargo, la Guerrilla de Catral, ante este acontecimiento, decidió entrar en acción hasta conseguir frenar primero y hacer retroceder después al temible ejército galo hasta las mismas puertas de Murcia, gracias a la valiente intervención de sus guerrilleros.
Prueba testimonial de ello nos queda por el parte emitido por el Mayor General de las Partidas honradas de Guerrilla del Reino, y Comandante de la División de las Tropas Urbanas de Orihuela, Francisco Samper, dirigido al Capitán General del Ejército y Reino don Joseph Caro en el que contaba:
“[…] La guerrilla de Catral, que es de las mas inmediatas a esta Ciudad, por disposicion de su Ayudante particular D. Juan de Dios Casañs, sin esperar órdenes para hostilizar al enemigo, se avanzó y entró en la Ciudad, que ya estaba abandonada […]. La Guerrilla de Catral, viendo la disposición de la Ciudad, que no ofrecía por entonces ningún arbitrio, resolvió clavar los cañones de las baterías, sacar un carro de municiones, y volar un repuesto de pólvora por falta de acémilas para transportarle […]. El resultado de la operacion del enemigo fue : preguntar si estaba muy distante el Exército del Centro, y se les contestó que lo mas cerca en Alicante y Cartagena : igualmente preguntaron quién había clavado los cañones, y fue preciso manifestarles que las Guerrillas de Caro; pero no bien estaba dada esta respuesta, quando se despedían del Alcalde mayor y sugetos que acompañaban al Parlamentario, y al minuto solo se veía el polvo del camino que llevaban los enemigos en su precipitada fuga.
Esta Guerrilla de Catral alentó las de esta Huerta, ofreciéndoles que venían las restantes de esta Provincia, con cuya esperanza se reunió alguna gente á ellas, y se resolvieron á seguir á los enemigos hasta las paredes de Murcia. Los que ocupaban esta Ciudad inmediatamente se incorporaron con la division que vino á rendir á Orihuela; la evacuaron, y emprendieron su retirada dexando libre á aquella Capital….”
Fue, por tanto, la intervención de esta guerrilla dirigida por Casains, apoyados por las poblaciones vecinas de la huerta del Segura, la que puso el punto de inflexión al avance de las tropas napoleónicas en nuestra provincia, al recuperar Orihuela y expulsar a los franceses. La valentía de un grupo de vecinos, campesinos y parroquianos poco organizados, apenas armados y neófitos en las artes de la guerra, supo plantar cara y hacer retroceder al ejército que había conquistado media Europa, movidos únicamente por su amor a la tierra y la defensa de sus ideales. El saber popular supo reconocer su valor acuñando el dicho: Sois más valientes que los de Catral.
Don Juan de Dios Casains, todo un héroe de la Guerra de la Independencia, merece, junto con los vecinos de Catral de la época, todo nuestro reconocimiento por su aguerrida defensa de la Provincia. Por este motivo, hemos querido hacernos eco de su noble hazaña.
Para conocer más a fondo este apasionante episodio de nuestra historia recomendamos encarecidamente la lectura del artículo firmado por Pura Guirau Miralles en los Cuadernos de Historia de Catral, una más que interesante iniciativa de la Asociación de Investigadores Castrum Altum de Catral, presidida por la misma autora del artículo.

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