Compañeros y compañeras,
Cada 5 de octubre tenemos una cita muy especial: el Día Mundial del Docente. No es solo una fecha en el calendario; es una oportunidad para reconocer quiénes somos y lo que representamos. Celebramos nuestra vocación, nuestra entrega y esa fuerza silenciosa que transforma vidas desde el aula.
¿Por qué el 5 de octubre? Porque en 1966 la OIT y la UNESCO adoptaron la Recomendación sobre la Situación del Personal Docente, un documento que defendió nuestra formación, nuestras condiciones de trabajo y nuestra dignidad profesional. Aquella declaración sigue siendo hoy una brújula que nos recuerda que nuestro bienestar es esencial para garantizar una educación de calidad.
Este año, el lema “Valorar la voz docente” cobra un sentido especial. Nos invita a hacer oír nuestras experiencias, ideas y propuestas, y también a escucharnos entre nosotros. Cada historia que compartimos en la sala de profesores, cada estrategia que probamos en el aula, cada vez que acompañamos a un alumno que lo necesita… todo eso es nuestra voz construyendo futuro.
Celebremos, entonces, no solo lo que enseñamos, sino quiénes somos como comunidad educativa. Sigamos apoyándonos, aprendiendo juntos y defendiendo la educación como el pilar fundamental de una sociedad más justa y humana.
Hoy, más que nunca, valoremos nuestra voz y la de cada colega, porque en ella late la esperanza y el progreso de las nuevas generaciones.
“Cuando una sola voz docente se alza, inspira. Cuando miles lo hacemos juntos, transformamos el mundo.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario